También llamado pañete, revoque, aplanado, enlucido, enfoscado o mortero de recubrimiento.
El repello consiste en la aplicación de una o múltiples capas de mortero sobre paredes o cielos rasos, con la plasticidad y consistencias necesarias para adherirse de forma que al endurecer resulte en un conjunto monolítico, de superficie lisa que soporte el acabado final
Para realizar un repello se necesitan los siguientes materiales:
Cemento: desempeña la función de ligante en el grupo de los componentes del mortero.
Arena fina: El agregado fino forma parte del mortero cumpliendo una función de llenante y dependiendo de sus características, contribuye altamente en la trabajabilidad de la mezcla.
Agua: El agua es el material que induce la reacción química del cemento en la pasta del mortero. Además, se usa para completar el curado de la mezcla endurecida.
Aditivos: Son elementos que se agregan al mortero para mejorar o readaptar sus características a las necesidades de la obra. Entre ellos esta la cal hidratada, acelerante, plastificante, adherente, retenedores de agua.
En la siguiente tabla se muestra la dosificación según el uso del repello:

Nota: Las dosificaciones anteriores pueden variar ligeramente según la experiencia con los materiales utilizados. Se deben verificar con la especificación del proyecto.
Los aditivos se dosifican de acuerdo con la recomendación del fabricante, se recomienda hacer pruebas preliminares para verificar su comportamiento bajo las condiciones particulares de la obra.
Todos los morteros se deben mezclar a máquina, únicamente se justifica la mezcla manual para reparaciones o volúmenes pequeños. El mortero se mezcla en seco y se distribuye a los revocadores encargados de adicionar el agua. El manejo de agua se hace gracias a la experiencia del operario debido a que el contenido de agua varía según el agregado, la capacidad de absorción de la base y las condiciones de humedad del ambiente.
Antes de iniciar el trabajo es necesario determinar el espesor del repello.
Proceso de ejecución:
Mezclar el mortero
Basado o establecer guías maestras o puntillas clavada en la superficie a repellar llamadas bases.
Verificar la superficie que cumpla con los requisitos de aceptabilidad y que este libre de polvo y grasas.
Aplicación del repello por medio manual o mecánico.
Realizar las juntas, ranuras y filetes.
Curar la superficie repellada con agua por lo menos una semana.
La superficie repellada de debe dejar secar por dos o tres semanas antes de aplicar estuco u otro tipo de acabado.
Aplicación de repello manual: Se debe lanzar con fuerza la primera capa de repello sobre la superficie. Deje secar o fraguar durante algunos minutos para crear una superficie de soporte para la capa siguiente que se recorre con regla hasta obtener una superficie uniforme. Los hoyos restantes se rellenan con mortero recogido del suelo o mortero fresco hasta obtener una superficie lisa, actividad conocida con el nombre de ¨resanar¨. En algunos casos se debe paletear con llana metálica o de madera, de acuerdo con la textura deseada como acabado.
Aplicación de repello mecánico: Es posible aplicar el repello utilizando una bomba mecánica para morteros o frisadora. En este caso es importante que se prepare el mortero con una granulometría bien distribuida para garantizar una mezcla lo suficientemente fluida que asegure el funcionamiento de la bomba.
