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Método
Los acabados lisos muestran la apariencia natural del concreto, es decir, no imitan ningún otro material. Este tipo de acabados se consigue, la mayoría de las veces, a partir de las formaletas; ellas proveen al concreto fresco las condiciones necesarias para evitar o disminuir imperfecciones en la superficie.
Independiente de la posición en la que se ejecute el elemento (vertical u horizontal), las formaletas deben ser rígidas, estancas, fabricadas a la medida, durables, reutilizables, fáciles de ensamblar y desensamblar.
Aunque es uno de los acabados más simples, resulta difícil obtener un acabado perfecto, en vista de que requiere de altas especificaciones en las formaletas y los defectos en este tipo de superficie lisa son más notorios.
En las superficies lisas es más difícil lograr uniformidad del color, el uso de cemento blanco mejora esta condición. El color de las superficies lisas depende principalmente de los componentes de la mezcla con menor tamaño, como el cemento y la arena; del tipo de formaleta, de los desmoldantes y de los curadores.
Los concretos lisos son más susceptibles al agrietamiento, sobre todo cuando se usa cemento blanco, por lo que debe contarse con un diseño de mezcla apropiado que reduzca al máximo la relación agua-cemento.
Condiciones generales
- Las superficies lisas se obtienen con un acabado directo, es decir, sin ningún tratamiento adicional después del desencofrado, por lo tanto, la selección del tipo de formaleta resulta vital en este tipo de acabado.
- Existe una gran variedad de materiales que permiten la obtención de acabados lisos, cada uno con sus propias bondades y restricciones.
- Independiente del material que se seleccione para la fabricación de formaleta, siempre se debe seguir un programa de mantenimiento, dado que en los acabados lisos cualquier imperfección de la formaleta se refleja en el concreto, deteriorando la apariencia de la superficie.
Acabados lisos a partir de formaletas metálicas
Las formaletas metálicas son una buena opción cuando se requieren acabados lisos y en proyectos donde es necesario contar con un alto número de reúsos de la formaleta.
Las superficies metálicas son impermeables, esto disminuye las variaciones de color debido a diferencias en la absorción.
Las variaciones de color en este tipo de formaleta se relacionan con las manchas por oxidación, falta de mantenimiento, acumulación de agua en ondulaciones, defectos o deltas de temperatura altos entre la superficie metálica y el concreto vaciado. Para evitar algunas de estas variaciones es necesario hacer una limpieza exhaustiva de la formaleta antes de usarla, para lo cual se indican productos adecuados. (Se recomienda evitar la utilización de ácidos, porque desgastan y generan porosidades en el metal, lo cual se refleja en la superficie).
Recomendaciones para el acabado
- El calibre de las láminas metálicas y su estructura deben ser suficientes para evitar deformaciones excesivas y soportar el empuje del concreto fresco y de los equipos de consolidación.
- Para lograr acabados lisos con este tipo de formaleta se recomienda realizar vaciados de elementos completos, con una compactación uniforme, continua y cuidadosa.
- Cuando la compactación no es adecuada, el concreto estará propenso a presentar porosidades y burbujas, debido a la naturaleza impermeable de la superficie metálica.
- Las juntas en las formaletas se deben diseñar, construir y sellar adecuadamente, porque su funcionamiento inapropiado genera defectos por desalineamiento y pérdidas de material. En este tipo de formaletas es indispensable realizar una modulación metódica de los diferentes paneles, ya que entre ellos siempre se evidenciará una junta. Si esta junta no se sella cuidadosamente se presentarán una gran cantidad de rebabas. El método más efectivo es el uso de empaques o espumas de polietileno.
Acabados lisos a partir de tableros de formaletas en madera contrachapada
Este tipo de material le proporciona al concreto una superficie uniforme, muy lisa y con menos juntas que la madera común.
Estos materiales poseen una capa superficial (que es la que se encuentra en contacto con el concreto) bastante impermeable, por lo que no genera manchas de color u oscurecimientos en el concreto. En comparación con la madera natural, este tipo de maderas permiten dar muchos más usos.
Recomendaciones para el acabado:
- Las láminas de este tipo de madera deben almacenarse sobre estibas, en lugares cubiertos, ventilados y secos. La exposición prolongada al sol o a la lluvia puede deteriorar la formaleta. Es importante protegerlas para evitar alabeos.
- Las láminas de este tipo de madera deben ser protegidas en los costados para evitar que el agua penetre, lo que provoca deslaminación y ondulaciones en la superficie de la formaleta, que se evidencian en el concreto. Esto disminuye el número de usos y la calidad del concreto, para evitarlo es aconsejable el uso de pinturas y productos adecuados para tal fin.
- Las formaletas construidas con láminas de este tipo de madera deben diseñarse adecuadamente, pues son muy susceptibles a deformaciones entre los apoyos.
Acabados lisos a partir de formaleta en tablero aglomerado
Este tipo de láminas están formadas por capas de astillas de madera aglomerada por la acción de resinas mediante la aplicación de presión y temperatura; las láminas tienen un recubrimiento termo fundido por sus caras, lo cual las hace impermeables, de muy alta resistencia a la fricción y a la temperatura, además ofrecen estabilidad a la exposición solar.
Este tipo de lámina es ampliamente usada como superficie de contacto de formaleta cuando se especifican concretos con superficies lisas y de excelente acabado, ya que la superficie no tiene poros debido al tipo de acabado que presenta.
Los tableros aglomerados tienen una durabilidad en obra similar a los contrachapados.
Recomendaciones para el acabado:
- Es indispensable que los cantos de las láminas se sellen, al igual que cualquier tipo de maquinado o perforación, para evitar la penetración de agua o lechada, que producirían hinchamientos o dilataciones en la madera. Para sellarlas se recomienda el uso de productos adecuados para tal fin, aplicando las capas que recomiende el fabricante.
- Los tableros aglomerados deben almacenarse en lugares secos y aireados, separados del piso y dispuestos en posición horizontal o vertical siempre que no se forme un ángulo mayor a 5°con respecto a la pared y se ubiquen sobre estibas; las recomendaciones de posición son indispensables para no generar pandeos o deflexiones prematuras.
Acabados lisos a partir de formaleta en madera OSB
El OSB es un panel estructural de astillas o virutas largas de madera, orientadas en forma de capas cruzadas para mejorar sus propiedades mecánicas, unidas entre sí mediante adhesivos químicos aplicados bajo alta presión y temperatura.
Aunque el OSB es un tipo de panel que se usa normalmente como superficie final en paneles divisorios, cubiertas interiores, estructuras de pisos, entre otras aplicaciones, posee las características necesarias para ser utilizado como estructura y como piel de formaletas.
La textura del concreto vaciado con este material toma la forma de las astillas del panel dándole al concreto una textura de madera.
Recomendaciones para el acabado:
- Antes de colocar el concreto debe aplicarse un sello a la formaleta para que el concreto no se introduzca entre las astillas y éstas queden adheridas a la superficie final, el sello debe evitar que las astillas puedan impregnar la superficie del concreto con taninos, ceras o colorantes propios de la misma madera.
- Es indispensable que los cantos de las láminas se sellen, al igual que cualquier tipo de maquinado o perforación. Para sellarlas se recomienda el uso de productos adecuados para tal fin aplicando las capas que recomiende el fabricante.
- Los tableros OSB deben almacenarse en lugares secos y aireados, separados del piso y dispuestos en posición horizontal o vertical, siguiendo las recomendaciones de los fabricantes.
Acabado liso a partir de formaletas plásticas
Las formaletas con pieles plásticas están tomando fuerza en la construcción de concretos arquitectónicos ya que pueden ser moldeadas con patrones y formas especiales, lo que le da al concreto mayor versatilidad. Además, el sistema constructivo con formaletas plásticas tiene altos rendimientos debido al bajo peso, esto agiliza los tiempos de ejecución.
El plástico no se decolora como otros materiales, al ser un material impermeable, evita variaciones de absorción y por ende de tonalidades. Además, posee la ventaja de ser más flexible que las formaletas metálicas, lo cual facilita el proceso de compactación y eliminación del aire atrapado, reduciendo la cantidad de burbujas en la superficie.
La naturaleza del producto disminuye la ocurrencia de abolladuras permanentes en la superficie, lo que mejora el acabado final del concreto.
Una ventaja importante de las formaletas plásticas es la posibilidad de fabricarlas con plásticos traslúcidos o trasparentes, lo que facilita la inspección durante el vaciado.
Recomendaciones para el acabado:
- Cuando se usa formaleta plástica es necesario no arrojar el concreto desde grandes alturas y tener un cuidado especial con los vibradores de aguja para evitar rayar la superficie de plástico.
- Debe evitarse golpearla con objetos punzantes y recostar los vibradores o elementos de compactación a la superficie para evitar el deterioro prematuro.
- Debe evitarse el uso de desmoldantes de tipo solvente que afecten el material de la formaleta.
Acabado liso a partir de formaleta en fibra de vidrio
Las formaletas de fibra de vidrio se fabrican mediante el sistema de poltrusión o el vaciado de resinas de poliéster, catalizadores y fibra de vidrio, en moldes de distintos materiales. Debido a esto, con formaletas de este material se pueden obtener formas muy variadas que dependen del sistema y del molde usado en su fabricación.
Las formaletas de fibra de vidrio son muy resistentes y proveen superficies de concreto de alta calidad. Este tipo de formaletas generan numerosos reusos debido a su gran resistencia y poco desgaste. Este tipo de material se emplea comúnmente en la fabricación de elementos tubulares de soporte, bordes de losas y aligerantes, ya que permite el uso de luces mayores y provee una superficie de gran calidad.
Recomendaciones para el acabado:
- Las formaletas de fibra de vidrio requieren una estructura rigidizante para soportar las presiones del concreto.
- Debe evitarse golpearla con objetos punzantes y recostar los vibradores o elementos de compactación a la superficie para evitar el deterioro prematuro.
- Debe evitarse el uso de desmoldantes de tipo solvente, que puedan afectar el material de la formaleta.
- Por ser un material duro y frágil deben evitarse las caídas y los golpes en los bordes de los elementos.
Formaleta en listón de madera
La madera es un material ampliamente usado para la fabricación de formaletas por su versatilidad. Las características del concreto vaciado con este tipo de formaleta dependen de la clase de madera y del número de usos. Con la madera se pueden generar superficies lisas, texturizadas o con las vetas naturales según se desee. Pueden usarse tablas simples para obtener una ligera desviación de los cantos y lograr un acabado en el que se acentúen las uniones.
La madera puede generar alteraciones de color en la superficie del concreto debido a sus variaciones en la absorción.
Las partes más permeables absorben más agua, lo que genera superficies más oscuras. Por lo tanto, se recomienda obtener la madera de la misma fuente y usar un sellador antes del primer uso de la formaleta. Si la formaleta no ha sido sellada, es recomendable humedecer la superficie de la formaleta para evitar que absorba el agua de la mezcla de concreto.
La madera posee sustancias orgánicas que pueden generar manchas en la superficie del concreto.
A continuación, se presentan algunos de los tipos de madera más recomendados y/o usados en nuestro medio para este tipo de acabado.
Madera común
La madera común se emplea en construcción para realizar trabajos temporales que no requieren madera de altas resistencias mecánicas y/o de resistencia a los agentes atmosféricos.
A las formaletas de este tipo de madera no se les puede dar un gran número de usos, usualmente entre 5 y 10, debido a su calidad y a que la madera se hincha cambiando sus dimensiones, por las variaciones volumétricas que le genera la humedad del concreto, deteriorándola y generando superficies imperfectas.
Para optimizar el uso de este tipo de madera, se debe realizar un mantenimiento a la formaleta cada vez que se use, asegurándose de que quede libre de mortero, tierra u otro material que interfiera con la calidad final del concreto.
En las formaletas de madera se debe tener cuidado con las uniones para evitar el paso de las filtraciones o de escurrimientos, que ocasionan franjas oscuras y/o exposición del agregado.
Madera Soto
Otros nombres comunes en el país: Otoba Soto, Otobo, Cuángare, Sangre toro, Virola.
La madera Soto, como se conoce en diferentes zonas, es una de las maderas usadas en el país para la construcción de formaletas y elementos en estructuras temporales, debido a su abundancia, costo y facilidad para ser trabajada con maquinaria y herramientas de carpintería tradicionales.
Este tipo de madera no debe ser usada para elementos definitivos ya que es una madera poco durable que puede ser atacada por termitas u hongos; además, tiende a podrirse cuando se encuentra a la intemperie por períodos prolongados.
La madera Soto tiene un rápido secado al aire libre y un buen comportamiento al secado artificial, sin embargo, puede torcerse o rajarse durante este proceso. Durante el corte segrega una savia amarilla rojiza, que puede llegar a manchar el concreto, para lo cual se recomienda realizar un lavado de la madera antes de la fabricación de la formaleta.
Madera Sajo
Otros nombres comunes en el país: Orey, Vaquerá.
La madera Sajo es otra madera común y una de las más empleadas en la fabricación de formaletas y, en general, en la industria de la construcción.
Es una madera con una buena admisión y retención de clavos, además, es fácil de trabajar con herramientas tradicionales.
Posee mejores características mecánicas que la madera Soto y es más resistente a la intemperie pues es fácil de inmunizar; sin embargo, no debe usarse en estructuras definitivas, porque no dura en el exterior más de un año. Al igual que la madera Soto, seca rápidamente al aire libre, aunque puede presentar deformaciones y rajaduras.